domingo, 6 de mayo de 2012

MATERNIDAD

Desde muy pequeña me ha gustado escribir y conservo diarios muy antiguos en los que se va hilvanando mi vida a puntaditas a veces muy cortas y otras muy largas.
Hoy me quise reencontrar con mi yo mamá, con la chiquilla de 25 años que decidió ser madre y el aluvión de emociones que me trajo aquella criaturita pequeña y rosa que tanto esfuerzo me costó traer al mundo. Esto es lo que desenterrado y me apetecía compartirlo en un día tan especial para las mamás:


" 10 de enero de 1994.
Mi hijo huele a mantequilla y es blanco como una bolita de luna.
Me gusta tenerlo entre mis brazos, besarlo y acariciar su piel suave, olerla... 
Me siento tan llena de él, ligada a él, un poco enamorada de la vida que se recrea en su cuerpecillo. ¡Es tan nuevo!¡Tan Limpio! ¡Tan pleno!¡Me emociona!
Cuando mira a mi niño todo es hermoso, cuando toco sus manitas no puedo dejar de besarlas. Todo se estremece en mis adentros y me sorprendo  de tener la suerte de haber parido tal maravilla.
(...)
Creo que mi hijo abrazó la vida con suavidad, como un pájaro joven que se lanza al vacío y duda hasta alzar el vuelo. 
Mi hijo es dulce y tierno.
Mi hijo huele a mantequella y a algo más: a amor y a la vida que revienta en sus pupilas y se derrama por todo su cuerpo.
Mi hijo sonríe a la vida, a la luz del nuevo día y ahora esa sonrisa me ayuda a entender el misterio de mi embarazo, el dolor del parto, el cansancio ¡Es la vida que revienta."


Poco después reuní todas esas emociones en este poema:


21 de enero de 1994


La vida revienta en tus pupilas
y se derrama por tus mejillas sonrosadas
por tu pecho y tu barriguita blanda,
por tus manos juguetonas,
por tu pene chiquitín
y tus patitas de rana. 
Y me salpica
y mancha la cuna
y mancha el suelo
y mancha los muebles
y mancha mi vida entera
y la llena de luz
la llena da gracia
la llena de nuevas sensaciones;
despierta el millón de flores
que dormían en mi seno,
y yo misma me siento flor
y yo misma me siento luz
y yo misma me siento vida pura
y a ti, vida de mi vida,
te siento en mí.
¿Qué es esto que me emociona?
¡Es la vida que revienta!


MariÁngeles Vidal


Ahora, cuando miro al hombre en que se ha convertido, un muchacho de 18 años único y especial, me invaden emociones contradictorias: el orgullo, la ternura, el dolor por lo vivido, el miedo por el futuro, la seguridad de saber que es capaz de salir adelante, la inseguridad de no saber si hice todo lo que estaba en mi mano... Supongo que eso y más es ser madre: un ejercicio de fe y generosidad, una actitud de lucha,, empeño esfuerzo y perserberancia, pero sobre todo, una opción por el amor y la vida.


FELICIDADES A TODAS LA MADRES. FELICIDADES A TODOS LOS HIJOS E HIJAS QUE TIENEN LA SUERTE DE DISFRUTAR DE UNA MADRE QUE LES AMA.

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